Las apariencias engañan

Las apariencias engañan... Mas en esta ocasión las connotaciones son positivas. ¿Te imaginas comiendo en el restaurante de un hotel **** en plena Gran Vía por tan sólo 16 Euros?

Generalmente no solemos ir a estos sitios porque pensamos que van a ser excesivamente caros, pero esto no es siempre así. Este Domingo disfrutamos de un rico almuerzo en el Hotel Senator Gran Vía. El servicio fue rápido y atento, la comida de esmerada preparación y sabrosa, y el entorno muy agradable, como corresponde a un buen hotel.

Eso sí, comimos de menú y no a la carta, pero éste no dejaba nada que desear y superaba en mucho a otros menús de restaurantes de la zona, con precios similares o superiores.

Esta es una de las "paradojas" que se ven muchas veces: Cuesta lo mismo o más tomar algo en un sitio de lo más normal que en un sitio más lujoso.